Escribir es potenciar tu creatividad y estructurar tu pensamiento.
Cuando era niña, soñaba con viajar a épocas pasadas y formar parte de algunos acontecimientos históricos que había leído en mis libros de historia. Como muchas, era una niña con miles de historias en mi cabeza. Imaginaba, por ejemplo, qué secretos contarían las paredes de mi casa si pudieran hablar y cómo sería volar. Me gustaba sentarme en la cochera de mi casa para ver pasar a las personas y me preguntaba cómo serían sus vidas y qué historias vivirían.
Echar a volar mi imaginación era algo de todos los días. Me emocionaba tejer historias en mi mente y escribirlas en papel para vivir la magia de otras vidas y otros mundos. Así empezó a escribirse una historia de romance entre la escritura y yo.
Desde la infancia, hasta el día de hoy, la escritura en sus distintas formas ha guiado las etapas de mi vida. Comencé escribiendo historias en un cuaderno de pasta dura que guardaba en el cajón de mi buró, pensamientos y reflexiones y, por supuesto, mi diario personal. Más delante, recolectaba las historias urbanas de mi ciudad para escribirlas en un periódico y dejar testimonio escrito de un trozo de la historia de nuestro estado y país. Mediante noticias, entrevistas, reportajes y crónicas, todos los días escribía historias reales, muchas de ellas, con finales nada halagadores.
Cursar talleres de escritura narrativa, escribir cuentos, participar en lecturas compartidas, impartir clases y talleres de ortografía, redacción y estructuración para escribir un libro, dirigir proyectos educativos para la realización de revistas literarias, hacer la edición y corrección de estilo de diversos libros, escribir mi diario personal, generar contenidos para medios digitales e impresos y crear un juego ortográfico de mesa, son algunas de las labores que he realizado y que, sin duda, han colocado a la escritura en el centro como hilo conductor de mi vida.
No importa qué tipo de texto escribas y si lo haces para ti o para que alguien más te lea. Colocar a la escritura en un lugar especial en tu vida y darle valor en cada uno de tus días, te hará experimentar sensaciones maravillosas y te ayudará materializar tus ideas, planes, emociones y sueños. Escribir es un arte que te permite tocar las palabras, trascender y hacer de lo inimaginable un espacio real y seguro. Practicar el hábito de la escritura, además de hacerte una persona extraordinariamente creativa, contribuye a estructurar tus ideas y pensamientos, mejorar tus procesos de atención y memorización y a tener mayor fluidez verbal.
Si aún no tienes el hábito de la escritura, no te preocupes, un poco de constancia y motivación serán suficientes para iniciar. A continuación, te comparto algunos consejos para lograrlo:
- Escribe siempre en el mismo lugar.
- Procura escribir todos los días a la misma hora.
- Si un día no te sientes inspirado, detente y déjalo para el siguiente día.
- Desconéctate de tus redes sociales mientras escribes.
¿Acerca de qué escribir? Eres libre de escribir lo que desees: una historia, un diario, tus planes… lo importante es que inicies hoy mismo y que hagas de la escritura un estilo de vida. ¿Listo para comenzar?